“De acuerdo con los resultados de la Encuesta Nacional de Egresados 2021 del Centro de Opinión Pública de la Universidad del Valle de México, en el primer año de la crisis sanitaria por la pandemia de COVID 37.2% de los egresados no tuvo empleo o no realizó alguna actividad económica para obtener ingresos”

Después de varios años en el área de gestión de personal, de entrevistar a jóvenes recién egresados de la universidad en busca del trabajo ideal y al mismo tiempo enfrentarme ante la dificultad de  encontrar los perfiles adecuados a los puestos, me pregunto ¿qué podemos hacer para reducir la brecha entre la competencia profesional de los recién egresados y las competencias requeridas por las empresas?. 

Tan Eng Chye, presidente de la Universidad de Singapur, considera que «las empresas de todo el mundo se enfrentan a una crisis de habilidades más que a una crisis de empleo. Los empleadores detectan una brecha entre las capacidades que necesitan y lo que ven en los recién graduados”.

Sin dejar de lado que la inserción laboral es en gran parte cuestión económica, en reducir esa brecha las universidad y las mismas empresas juegan un papel muy importante, pero sobre todo, y en ello quiero enfocar este artículo, destaquemos el papel activo que deben tener los propios estudiantes o recién egresados para aumentar su propia probabilidad de empleabilidad, partiendo de que se cuestionen ¿qué puedo hacer para adquirir los conocimientos y competencias que el mundo laboral requiere de mí ahora? ¿cuales son esos conocimientos y habilidades? 

Desde la etapa universitaria, el estudiante debe pasar de un papel pasivo a un papel protagónico:  trazando su proyecto de vida, conociendo la realidad en la que vive a través de una profunda formación profesional y cultural y tomando acciones que lo lleven a adquirir las habilidades necesarias para hacerlo realidad. 

Un proyecto de vida que toma forma en la medida que el propio estudiante vaya planteándose preguntas enfocadas no sólo al que si no al para qué, ¿para qué quiero estudiar? ¿Cual es mi misión en la vida? ¿Qué impacto deseo generar?  ¿Qué habilidades debo tener para de verdad generar ese impacto?. 

Con base a ello será necesario invertir tiempo en una profunda formación, la cual no termina nunca. Tan Eng Chye afirma que “los estudiantes deben tener claro que tendrán que formarse durante toda su vida»; este mantenerse actualizado siempre ha sido una necesidad, pero se hace más apremiante ahora con los grandes avances tecnológicos.  

 

 Learnability, definida como la capacidad para aprender nuevas habilidades a lo largo de la vida para permanecer empleable a largo plazo es una habilidad cada vez más requerida en las empresas que lleva a las personas a tener una gran capacidad de adaptarse al cambio.

 

 

“Reid Hoffman, el fundador de LinkedIn, compartió que al evaluar a los fundadores de inversiones potenciales, busca personas que tengan una «curva de aprendizaje infinita»: alguien que esté aprendiendo constantemente y rápidamente.1

La propuesta no es ser el “eterno estudiante en la aula”, sino personas intelectualmente inquietas, con una curiosidad que les permita alcanzar el ritmo del cambio, actualizándose constantemente y adquiriendo las nuevas habilidades que demanda el mercado. 

 

Y como segunda propuesta para los estudiantes: trabaja lo antes posible, el mundo laboral es un gran espacio para conocerte, descubrir tus fallas, sentir la presión y la exigencia por mejorar y aprender de tus compañeros; y si eres recién egresado antes de que te plantees realizar una maestría de tiempo completo, espera a tener más experiencia y tengas algo también que aportar a tus compañeros; de lo contrario al terminar tendrás una desventaja laboral frente a otros ya laborando.

1 https://hbr.org/2021/11/make-learning-a-part-of-your-daily-routine